Empecemos por entender los distintos tipos de fraude a los que estamos expuestos:
Fraude intencionado:
Grupos organizados usan tarjetas de crédito o débito robadas para comprar bienes o servicios sin autorización.
Fraude accidental o amigo:
Cuando el tarjetahabiente no reconoce la descripción del cargo.
Cuando el tarjetahabiente identifica una oportunidad dentro de las políticas de devolución.
Disputas legítimas:
El tarjetahabiente tiene problemas con el comercio y/o la compra, puede ser por pedidos extraviados no tienen la claridad esperada por el cliente.
Ejemplos reales por tipo de fraude:
Fraude intencionado: robo de identidad (OTA), prueba de tarjetas robadas en plataforma del comercio, alteración del importe.
Fraude accidental o amigo: soft descriptor no reconocido, abuso de confianza para hacerse de un bien sin pagar (first party fraud), transacción no reconocida por el tarjetahabiente.
Disputa legítima: entrega de producto no conforme con las condiciones ofrecidas, cargo recurrente cancelado, tiempos de entrega fuera del acuerdo de servicio, falta de entrega del producto o servicio, mercancía falsificada.
p.e. compra zapatos y entrega una caja con ladrillo
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